3.8.08

Renacimiento Inglés

l La época

Hasta el Renacimiento Inglés, Inglaterra no tenía grandes diferencias con respecto a Europa, pero a partir de éste, a finales de la edad media, el país comienza a diferenciarse.
Luego de la Guerra de las Dos Rosas nace la Moralité, un género mucho más fácil de representar que toma gran popularidad en Inglaterra. Este nuevo género se trataba de la lucha entre principios buenos y principios malos, lo que concluía en una moraleja (moralité significa moraleja en francés).
Por otro lado, comienza a penetrarse en Inglaterra, de la mano de John Colet, los colegios humanistas, los cuales comienzan a introducir al latín como un idioma de la vida cotidiana. A su vez, Enrique VIII, rompe el vínculo que llevaba hasta el momento con Roma y de esta forma nace una nueva era Inglesa.
Luego de estos cambios, nace una nueva Moralité (en la era renacentista), la cual comienza a centrarse más en temas como la ciencia y la literatura. La lucha que se produce en éste género entre principios buenos y malos, cambia sus personajes. Los que antes eran "Riqueza", "Pobreza", "Marginalidad", "Avaricia", etc., pasaron a ser "Vicio", "Inteligencia", "Ciencia", etc. Ésta nueva Moralité, en forma abundante, comienza a atacar a la filosofía teológica y a la ciencia eclesiástica. Con el tiempo, este nuevo género, comienza a perfeccionarse y los temas que toca son, cada vez, más fuertes.
Esta nueva era que comienza en Inglaterra, que al principio era sólo una iniciativa del rey, comienza a transformarse en un movimiento popular que sólo se ve interrumpida durante 4 años (1553 - 1558) porque asume María Tudor, católica fanática, totalmente conservadora; pero luego, de la mano de Isabel Tudor, se reafirman las tendencias humanistas.
A la era en la que gobernó Isabel Tudor (1558 - 1603) se la llamó Período Isabelino. Este período se caracterizó por la diferenciación del país del resto del continente, la supresión de los temas religiosos y un teatro basado en los nuevos gustos del pueblo.

l Obras, actores y escena.
En esta nueva era que comenzaba a vivir Inglaterra, las obras teatrales eran muchísimas. Desde 1530 en adelante, luego de la representación de una comedia de Plauto en latín, la representación de obras en latín, gracias a los colegios renacentistas que enseñaban el idioma, se hace común. Al mismo tiempo, otras obras, comienzan a traducirse al idioma natal. La primera obra que se tradujo fue Andria.
El renacimiento fue tal, que a partir de 1553 comenzaron a verse obras creadas por los propios ingleses.
A pesar de este auge del teatro, hubieron periodos duros, como los de María Tudor, en donde los actores eran considerados vagabundos. Durante estos periodos, los actores trabajaban en palacios y, teniendo ya el certificado de que eran empleados, en sus tiempos libres actuaban. De esta forma, comienzan a aparecer las primeras compañías de actores de la mano de los dueños de los palacios. Más allá de esto, las obras eran vigiladas para que no hablen mal del gobierno. Tal es así, que en 1600 se censuraron varias obras teatrales.
En 1574, en pleno Periodo Isabelino, nace el primer teatro en Londres. Los teatros en ese entonces eran edificios grandes, rectangulares y casi sin ventanas. Las representaciones eran al costado de los patios. En la galería (sentados) estaba el público más pudiente, mientras que en los patios (parados) se encontraba el vulgo.
El 10 de diciembre de 1574 hay un fuerte golpe contra los derechos por parte de los puritanos. Éstos eran religiosos que querían "purificar" la religión inglesa y que comparaban al teatro con las corridas de toro. Por un decreto firmado por los puritanos, comienza un nuevo conflicto para el teatro. El decreto abarcaba sólo hasta el Támesis, por lo que todos los actores deciden irse a las orillas de éste río y se instala allí un nuevo lugar dónde el teatro abundaba.

l Shakespeare, su vida y su relación con el teatro

Dramaturgo y poeta inglés. Durante la segunda mitad del reinado de Isabel I (1558-1003) asiste a Inglaterra al auge de su literatura, y particularmente de su teatro. Nació en el seno de una familia humilde. Aunque de noble estirpe, su padre trabajó la mayor parte de su vida como carnicero, lo que no quitó que conservara el blasón familiar: un brazo empuñando una lanza. William trabajó en el matadero-carnicería desde muy joven, dedicándose con interés, al mismo tiempo, a la lectura. A los diecisiete años compuso su primera cuarteta. Según asegura Víctor Hugo, esa misma noche conoció en una reunión de jóvenes amigos a Ana Hathaway, ocho años mayor que él, con la que se casaría poco después. En 1583, nacería su hija Susan y en 1585, sus gemelos, Judith y Hamnet. Abandonó después a su familia y marchó de su población natal. Nunca más volvería a saber de su esposa. Trabajó como maestro de escuela, como escribiente de un procurador y hasta fue cazador furtivo. Detenido por esta actividad, encarcelado y procesado, tuvo que huir a Londres, donde su primera ocupación fue la de cuidar caballos a las puertas de los teatros. Poco después consiguió el empleo de traspunte en el teatro Black-Friars, el más concurrido de Londres. En 1587 pasó de apuntador a las tablas como comparsa y posteriormente como cómico. Siendo actor, comenzó a frecuentar algunas tabernas donde pudo relacionarse con autores de cierta fama. Conoció a Decker, a Symon Forman y a Walter Raleigh, entre otros. Paralelamente, Shakespeare no había dejado de cultivar sus lecturas, entre las que destacaba la de Montaigne. En 1589 escribió su primera obra dramática, Pericles, y dos años después, El rey Enrique VI. Su teatro no supuso una innovación, pero sí la conclusión de los esbozos que ya habían sido iniciados por anteriores autores; la conclusión genial y definitiva de un tipo de dramaturgia que apenas comenzaba a aflorar. La mezcla de elementos cómicos y trágicos, la utilización del verso blanco, la conjunción de la prosa y las formas poéticas de una misma obra y tantos otros factores literarios que escandalizaron a los espectadores de incuestionable sabiduría artística e insuperable cultura clásica, habían sido ya preludiados por autores como Richard Edwardes. Pero Shakespeare fue quien los perfeccionó y asumió en profundidad para darles un sentido plenamente innovador, casi revolucionario, e indudablemente magistral. Sus obras no siempre se representaron inmediatamente después de componerlas. Los estrenos se preparaban, sin embargo, rápidamente, ensayando sobre el manuscrito por falta de tiempo para hacer copias. Ello ha ocasionado la pérdida de prácticamente todos los originales. En 1607, el rey le concedió la dirección y explotación del Black-Friars, asó como una participación en las ganancias del Globe Theatre, el más importante de Londres. Pese a todo, el censor Chambelan no dejó de causar problemas a Shakespeare. Prohibió la publicación de sus obras y dificultó algunos de sus estrenos. A pesar de todo, el teatro de Shakespeare no dejó de guardar una carga satírica y crítica contra algunos aspectos de la sociedad de su tiempo. En 1613, decidió retirarse a su casa de Stratford-on-Avon. Su situación económica había empeorado y se vio obligado a hipotecar; pese a todo, a partir de este año vivió hasta su muerte en su New-Place, retirado por completo de su actividad literaria. A su muerte su obra cayó en el olvido. En el siglo XVIII algunos autores hacen aparecer obras del gran dramaturgo, apropiándose de ellas y, hacia 1728, Voltaire llevó a Francia el legado de Shakespeare sólo para que sirviera de burla. Finalmente, Garrick rescató en Inglaterra al gran genio, con lo que se inició su revalorización.
Santiago Deschle
2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

wea fome no me sirvio